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Supongo que todos los asistentes a este congreso conocemos linux, por lo que no voy a hacer ni presentaciones, ni discursos. Supongo que la mayoría entre nosotros o bien trabaja, o bien está estudiando (y, por consiguiente, se veran inmersos en el mundo laboral dentro de poco), por lo que una visión global de la situacion de linux en el mundo laboral se hace necesaria.
Todos estamos acostumbrados a haber visto como en nuestras escuelas se pasaba
de sistemas UNIX clásicos con terminales a sistemas de ventanucos. También
hemos visto en el mundo laboral el mismo espíritu, cambiando todo de
emacs, vi, joe a Visual loquesea++ por imposiciones que
nuestros superiores consideraban ``por el bien de la empresa''.
No pretendo hacer aquí una batalla anti-ms, pero hay que ser realistas: han
comprado el mundo de los empresarios. Han hecho que el mercado laboral en
informática sea cada vez más ofimático, en pocas palabras. Todo lo que de
toda la vida ha sido gratis, libre, compartido por las comunidades
profesionales de la informática ahora es de pago. Si antes teniamos GCC
en la empresa en un terminal verde, ahora tenemos VC++ con miles de colores,
vale. Pero, la pregunta es: qué hemos ganado? Interfaz? Vale, pero eso no es
excusa para dejar de lado cualquier entorno de desarrollo bajo KDE o Gnome.
Velocidad en tiempo de compilación? Hombre, si tenemos en cuenta que hemos
tenido que cambiar por completo el equipo e instalarnos ``la máquina'' sólo
para que nos funcionen los ventanucos... No creo que valga la pena.
A lo largo de este documento intentaré dar una serie de argumentos para
que podamos justificar la utilización de linux en la empresa
(2), para terminar
con algunos ejemplos de empresas (públicas y privadas) que utilizan linux
con éxito, y algunos consejos sobre lo que podemos hacer nosotros
(3) por linux y el mundo del software libre.
Pero antes de nada, aclarar una pequeña cosa: hay que ser coherentes. Quiero
decir con esto, que de nada sirve que le digamos a nuestro jefe que queremos
trabajar con linux si no estamos realmente convencidos ni si no estamos seguros
de cómo argumentar nuestra sugerencia.