La PC de escritorio para desarrollo debe tener una distribución de Linux ya precargada, preferentemente una que nativamente soporte paquetes de RPM, por ejemplo Red Hat, SuSE, Mandrake o Caldera. Tambien se pueden utilizar distribuciones como Slackware y Debian, pero se necesita usar una utilidad de conversion de RPM como "alien" para soportar el formato RPM.