Resultados y conclusiones

El vídeo sensor de reconocimiento de caras aquí presentado es uno de los muchos que se pueden construir usando la arquitectura VISOR. Ha sido desarrollado por un grupo de investigación que carecía de experiencia en sistemas distribuidos, ya que su principal línea de investigación es la visión artificial. El hecho de usar herramientas de libre distribución ha permitido al grupo trabajar en su sensor de vídeo con una rápida integración en el conjunto. Sobre todo se ha utilizado la amplia documentación existente en la red como fuente de información, sin entrar en contacto con los desarrolladores de las diversas herramientas.

Una conclusión de este trabajo es que las herramientas de libre distribución permiten, frente al software propietario, disponer de foros de ayuda realmente útiles y una documentación de excelente calidad. Además, podemos modificar las distintas implementaciones utilizadas para adaptarlas a las necesidades concretas del proyecto. Al disponer de los fuentes y una documentación muy buena, se pueden añadir o eliminar elementos al software.

Una consecuencia de este espíritu es que la distribución del sensor shell que se genere en este proyecto va a estar disponible a toda la comunidad científica. El sensor-core a partir de Abril del 2.002 estará disponible en la página http://www.vtools.es/visorbase, en el consorcio que forma el proyecto todavía se está discutiendo el tipo de licencia definitiva (software libre o de libre distribución). Creemos que a partir de ahora nos surge un nuevo reto en el mantenimiento y crecimiento de un sistema informático.

El sensor shell es capaz de procesar una cara (en realidad 6 imágenes) en 18 segundos (funcionando sobre un Pentium II a 450 MHz). Los resultados son aceptables para imágenes frontales (actualmente estamos trabajando en la fase de prueba del sistema), aunque cambios de iluminación y de aspecto del sujeto hacen que los resultados sean peores. Las fase de entrenamiento de la red neuronal debe hacerse fuera del sistema y suele durar varias horas.  

Una última consideración sobre videovigilancia y privacidad. El reconocedor de caras que se ha desarrollado parte de la necesidad de sujetos colaborativos. El sujeto ha de estar dispuesto a suministrar un conjunto de imágenes para que el sistema "aprenda" su cara y en el momento del reconocimiento debe mantenerse unos segundos mirando frontalmente a la cámara. En este caso no se puede, por lo tanto, reconocer a un sujeto con una cámara de videovigilancia instalada en la calle.