Por muchos años, los defensores de Linux han predecido que Linux se convertirá en un factor importante en el entorno del mercado. Además de sus virtudes como un sistema operativo moderno y completo, resulta que otro factor muy importante en el entorno de los sistemas es que es económico de reproducir ó duplicar. Otros, que vienen de una escuela de desarrollo más tradicional han sido mas escépticos y han contrastado los viejos y más espartanos ambientes de desarrollo como VxWorks, QNX, ó Lynx, versus los requerimientos de Linux.
Hasta hace poco, esto era un debate estéril. Sí, la inclusión de características maduras y estándares de redes y de interfaces gráficas del usuario han hecho a Linux apropiado para el entorno de sistemas de alto nivel. Y sí, su tamaño lo hace inapropiado para los sistemas de bajo nivel. Pero como alguien predijo cuando el debate inicio, dos corrientes han removido por completo el factor de los requerimientos al seleccionar Linux como el entorno de sistemas.
Primero simplemente la RAM, ROM, Flash, y el poder de procesamiento necesitados por Linux se han hecho más económicos y rápidos a una taza mayor de la que Linux pudiera consumir con nuevas características añadidas. La segunda son las mejoras que ha tenido el mismo Linux. Empezando desde un kernel específico para x86 con poca modularidad, Linux a progresado hasta convertise en una arquitectura independiente y ha obtenido una clara modularidad. La serie del kernel 2.4 resulta especialmente bien diseñada, haciendo factible el añadir ó remover componentes para optimizarlo para una plataforma en particular.